domingo, 20 de octubre de 2019

Conversaciones Difíciles



Ya tenía varios días guardándoselo.

En tantísimas ocasiones en las que se quedaba solo en casa, en algún momento del que hacer rutinario, Leon ensayaba los discursos filosóficos a los que lo arrastraba su mente. Hablaba en voz alta como si de un radio se tratase, faltaría la música para orquestar el ambiente del monólogo perfecto, el egocentrismo le llenaba de un placer exquisito escuchar su propia voz retumbar en la habitación.

Escuchando el sound track del primer medal of honor en PS1, fue a cepillarse los dientes puesto que en poco tiempo tenía que salir, había rememorado todas las cosas que quería decir para desahogarse, una carga considerable de disgusto por las cosas que leía en internet, en especial la BBC, Fox News, New York Times y Miami Herald y otro montón de periódicos dispersos por el globo sin mencionar las varias cuentas con miles de seguidores en Twitter e Instagram en general.

Al abrir la puerta corrediza de su closet, ver y halar sus zapatos con fuerza hicieron que el cañón de la antidisturbios se moviese de su rincón, Leon con la mano menos diestra la sostuvo con fuerza, conocía de accidentes parecidos. Un tío lejano se había pegado un tiro en la cabeza cuando estaba limpiando su revólver, bueno, para ser exactos lo dejaba encima de la nevera, lo fue a bajar, se le resbaló de sus manos y el muy huevón accionó el cañón contra su ojo. Se murió poco a poco, llego vivo al hospital y más tarde una enfermera quería que lo metieran al quirófano para sacarle algunos órganos, los familiares se negaron, eran de esos religiosos pendejos y el hombre de todos modos terminó pudriéndose bajo 3 metros en el cementerio local.

La escopeta antidisturbios estaba guardada de hace varios meses en su closet. Nunca la había usado y tampoco recordase que fuese accionada, era un regalo de un tío sádico al que le gustaban las armas y que esperaba que Leon tuviese las suficientes bolas para usarla por si algún día algún loco se les metía a la casa.

Cuando ya tenía su discurso armado, se dirigió a la plaza de siempre, donde se reunían pseudo intelectuales con ganas de escuchar cosas que a la mayoría del vulgo le daba vergüenza decir.

Temas polémicos.

La juventud se puede caracterizar con varias palabras, si quieren pueden poner de primero SEXO, después podríamos poner DRAMA, aunque el drama puede englobar el sexo y viceversa, la tercera palabra seria, quizá, ANGUSTIA, un joven siempre está ansioso, al menos Leon lo estaba, y se notaba que a su grupo de conocidos también los atemorizaba la ansiedad interminable de la aceptación. Todos ignoraban que querían ser aceptados, muchos dirán que no, pero los que saben de la psique lo ponen en sus escritos, el ser humano es un mamífero, un mamífero de los que vive en manada.

Con media caja de cigarros en el bolsillo y poniéndose a tono al salir del baño, tomo la calle y vio el reloj, eran 20 minutos exactos a paso rápido, si es que las alucinaciones del psicotrópico lo dejaban hacer el camino tranquilo.

La chica morada -era su pseudonomino- masticaba chicles de menta todo el tiempo que tenía pues, el constante movimiento de su mandíbula calmaba la ansiedad de un hogar lleno de palizas y abusos sexuales, un padrastro que la tocaba desde los 14, al pasar los 3 años le había agarrado cariño al pederasta, cuando su madre se iba al trabajo a darle clases a mocosos de pre-escolar, la chica morada iba al cuarto del retorcido hombre, le bajaba los pantalones y empezaba a hacerle sexo oral de desayuno.

-         Divino, Margaret, divino!

Margaret disfrutaba del color morado, también de sus tonos periféricos como el violeta, magenta, fucsia y rosado, un hogar que al no estar exento de los abusos físicos, la profesora había sabido marcar en la piel de la hija las frustraciones diarias.

-         Puta, Margaret…, eres una puta!

Al secar las lágrimas en la media noche, entraba a su habitación el hombre de más de cuarenta años y se la cogía de la forma más animal que un trastornado podría hacer. En la cabeza de la chica morada poco había para las interpretaciones profundas, lo de ella era ir al instituto y aprender idiomas, porque quería a fin de cuentas ser traductora.

Había sido la primera en llegar a la plaza, era la que más cerca vivía, compro en el kiosko un paquete de chicles menta y se sentó a esperar a la sombra, como muchas tardes.

Hijo único de profesionales, un arquitecto que viajaba por el país diseñando obras para el gobierno de turno y una ex modelo con problemas de alcohol. En un hijo único la combinación mortal para mandarlo por el sendero del fracaso se inicia dándole mucho dinero y poco tiempo. Ambos padres adinerados, pero con poco o nada de ganas de prestarle cuidado al muchacho, dejaron que el internet fuese el padre sustituto con todas las atenciones habidas, primero con la Tablet de mierda viendo videos mongólicos de gente jugando al Minecraft y poniendo música de retrasado, después nuestro muchacho encontró la porno y todo lo demás es historia, masturbaciones compulsivas, series animadas japonesas, un montón de dinero en efectivo convirtieron a Ghost_67 en un gordo inútil incapaz de tener un criterio propio por la vida, eso sí, lamentándose de ser un perdedor clásico en su colegio.

Ghost_67 se llama Raul, tiene la cara llena de granos y cuando se excita al hablar escupe saliva a sus receptores, no tiene novia, nunca ha besado a nadie, descuida su imagen personal y nadie tiene la delicadeza de enseñarle el sendero para hacer más fácil su vida. Su padre se entretiene en el trabajo, lo aleja de la casa vacía de amor en la que se siente y prefiere cogerse las damas de compañía que le facilitan sus socios; la madre de Raul prefiere estar ebria, destapar botella tras botella y pagar la cuota de la resaca con 0,25 mg de alprazolam.

Ghost_67 conoció a Leon en un LAN de Counter Strike. Uno de esos servidores de internet donde los adolescentes y adultos se entran a tiros en equipos y mapas hechos por aficionados sur coreanos y algún peruano con internet de alta velocidad, lo de siempre. Un buen equipo, una buena partida, un chat con par de chistes y se dieron cuenta que eran no solo del mismo país, sino de la misma ciudad, vaya coincidencia, Cristo, te gusta unir a los pendejos en los mismos lares.

Se reunieron varias semanas, jugaban a la consola, veían las mismas porquerías de internet y la amistad que forjaron fue a base de virginidad y cosas de pendejos. La tierna infancia.
Raul, es decir Ghost_67, pero que desde ahora nos vamos a quedar con el nombre que sale en su partida de nacimiento, metió en su bolso un montón de chocolate y cereales a base de maíz inflado y salado, corriendo hacia la plaza, no le dijo a su madre adónde iría, total, lo que más podía argumentarle ésta si se encontraba despierta o siquiera sobria era un par de balbuceos y nada más, así que hacía tiempo que le era indiferente para nuestro gordo amigo, el decir a dónde iba o no.

La plaza roja, que así le decían, se erguía entre dos avenidas importantes de la localidad. Entre bancos, cominerías, jardines y gentes se encontraba erecto la estatua del prócer predilecto, un hombre con rasgos europeos, perfil del césar con aires napoleónicos, típico de los que diseñan hombres en hierro o mármol y quieren volverlos dioses, atléticos, olímpicos.  Leon exhalo el humo del cigarro sobre la cara del procer y Margaret le preguntó:

-         Y el nacionalismo?

-         Una manipulación global…, - Se dejo el cigarro en la boca y apuntó con su índice a su cién – si te digo que los que vivimos en el barrio somos mejores que los que viven en la otra cuadra, cuánto vamos a tardar para vernos y tirarnos las puyas?, insinuarnos y pavonearnos porque alguien nos ha convencido que el estar de éste lado de la línea – dibujo una franja imaginaria con el pie – nos hace especiales.

-         Por esa vaina empezó la guerra! – Saltó Raul desde un banco, sudado, el trote le había hecho empapar la franela en los pliegues de las axilas y en el borde anterior de su circunferencia abdominal. Le dio un chocolate a Margaret y chucherías de su bolsa a León –, da risa leer que los monarcas de los países enfrentados en el XX eran todos primos segundos, familiares al fin, solo que mandaban a matarse a la gente con la excusa de que ser de éste país era mejor que ser del otro. Así fue la primera e incluso la segunda.

-         Básicamente así han sido todas. –Sentenció León.

-         Crei que la guerra era porque a Hitler le caían mal los judíos y quería venganza por los tratos a su país. – Dijo Margaret – tú mismo lo dijiste la semana pasada.

-         Ahí es peor – respondió Leon – los alemanes se creían mejor por ser alemanes y jodieron a los judíos por venganza de Cristo. Nacionalismo y persecución religiosa, una bomba.

-         Porque a Cristo lo mataron los judíos – Concluyó Raul

-         Puras excusas, las guerras y las confrontaciones empiezan cuando nos sentimos mejor que otros por banalidades, al menos es la forma simple de verla, solo mira si Adolf o Mussolini, o Stalin o Churchill o Roosevelt o Tojo en su isla de mierda echaron un solo tiro, que va, siempre estuvieron con el culo guardado.

Los tres muchachos hicieron silencio, mirando al prócer, su rostro enfocaba taciturno el horizonte.

-         Existe Dios? – pregunto Raúl

-         Sí existe – Respondió Margaret

-         Y por qué permite que sucedan cosas horribles, digo, 7 millones de judíos mandados a la mierda por… más o menos?

Leon se sonrió al escuchar la pregunta de su compañero, e inmediatamente enfoco toda su atención en la respuesta de Margaret.

-         Está el libre albedrio, Dios prefiere no interceder en la vida de los hombres, al menos no directamente, pero tiene el poder para hacerlo…, solo que las cosas suceden porque es parte de su plan. Eso dice mi madre.

-         Has pensado que a Dios no le importamos, Margaret? – preguntó Leon

-         Claro que le importamos, somos su creación.

-         Sí, Marga… pero y si es como los otros siete millones de dioses que hay por ahí en los otros continentes? – Volvía Leon con la revancha, su cerebro estaba a 100 por hora.

-         Como así? – respondió la chica, por un momento, su sweater de mangas se recogió unos centímetros tras su muñeca, donde los hematomas habían aflorado el día anterior, acomodó el detalle rápidamente antes que Leon se diese cuenta, pero Raúl había visto el detalle, sabía cómo se hacían, él había recibido palizas de otros muchachos en el colegio, sintió empatía por la chica.

-         Ra, Osiris, Zeus, Quetzalcóatl, Ninive, Chronos, hasta Thor, todos dioses en distintas épocas y lugares, todos indiferentes a las personas y a sus rezos. – Soltó Raul – quien sabe si el padre de Cristo también se divierte jodiéndonos, tu sabes, mandando las plagas y todos los huracanes con los nombres de pila freddy, eddy, catalina, yasuri, pedro.

-         Jajaja, qué hijo de puta eres Raúl – Descargó su compañero de las partidas LAN.

-         Uhmm…,el sexo?… - preguntó Margaret

Se hizo un silencio entre los dos varones. Luego Raul habló.

-         Siempre quiero hacerlo, vivo pensando en eso todo el tiempo. Nunca lo he hecho, pero he tenido sueños húmedos y he querido saber qué se siente. No sé por qué si nunca lo he hecho, es como desearlo sin conocerlo, me entienden? Es una sensación extraña.

-         Jajajajaja!! Tú sí eres marico… - Leon se reía y aplaudía al aire.

Margaret explicó que ella lo hacía con su padrastro casi siempre, que al principio no le gustaba pero al pasar el tiempo le agarró lo bueno, decía que era lo mejor del mundo.
León y Raul se quedaron estupefactos, jamás habían sabido de alguien que cogiera con lo más cercano a un padre, aunque Raúl se preguntó en el fondo si eso no sería lo normal en padres con atención, total, él solo entendía lo que le enviaban los instintos de su cerebro, capaz era lo normal que él toquetease un poco a su madre, si se pudiera mantener sobria por al menos 12 horas. Le dieron ganas de vomitar.

-         Qué loco… - Leon sintió todas las alarmas con lo que dijo la chica.

 Pero bueno, si lo hacía con su padrastro que era una idea repugnante, capaz lo haría también con él, y fácil, era una buena oportunidad para perder el virgo, algo que quería hacer desde que tuvo su primera erección.

-         Y lo hacen todo el tiempo? – preguntó Leon

-         Sí…

-         Y te gusta?

-         A veces pienso que está mal, he hablado con las del instituto, bueno, a veces conversamos sobre algunas experiencias sin decir nombre, ellas mencionan a vecinos, primos, novios pero ninguna ha mencionado a su padrastro.

-         No creo que eso esté bien – interrumpió Raúl -, no soy experto pero en internet nadie habla de coger con tus viejos.

-         Sí, deberías intentarlo con otro – Leon miraba disimuladamente la entrepierna de la chica moradaa lo mejor le agarras más gusto.

-         Creo que debería dejar de hacerlo – Margaret ignoró el comentario de Leon – total, algo me dice que no necesito esto, es una sensación complicada.

-         Dios no le da cacho a burro

-         Qué?

-         Nada, seguiré ilustrándome por internet.

Raúl también miraba con ganas a la chica morada, ella les llevaba un año y medio a ambos, técnica y literalmente más experimentada

-         Ves pornografía? – preguntó Raul

-         Todos los días – respondió Leon

-         No te lo preguntaba a ti!

-         Ah, bueno, de todos modos sí lo veo… y tú?

-         Cuando él no está y pasan semanas sin hacerlo, sí veo, pero no me gusta mucho. Podemos cambiar de tema? – pidió la chica

Leon sacó otro cigarro y lo encendió, ya tenía suficiente material para masturbarse esta noche, no es que ya no lo hubiese hecho antes pensando en su amiga Margaret, ahora sabía cosas un poco retorcidas pero que le servirían para subyugar sus necesidades de dopamina. Para la mayoría de seres en este globo la masturbación no se emplea en el acto meramente sexual, a excepción de las primeras exploraciones de la adolescencia, en la madurez, tal como en otras especies de animales, el climax es alcanzado para relajar tensiones. Lo de estos chicos era puro ocio y descargue.

Margaret se recogió las mangas de los brazos, donde los hematomas habían aflorado en figuras abstractas color purpura, como su favorito, algunas estaban todavía violáceas con suaves tonos escarlata, otros el color amarillo de la cronicidad y el verde dibujaban líneas antiguas. Muñecas, antebrazos, pliegue del codo y brazos, caras laterales e internas.

-         Por qué te caen tan duro? – preguntó Raúl - en tu casa están locos para la mierda.

-         Mi madre y yo nos odiamos, aunque también temo perderla, no sé si la amo o la detesto.

-         Locos para la mierda, sí… - reiteró el gordo

-         Perderla por qué?, que se vaya de tu casa? – Preguntó Leon

-         O que mi padrasto la mate, él la golpea a ella, ella a mí, es una escalera.

-         Loquísimo para la mierda…

-         Tienes sexo con tu padrasto y luego se caen a coñazos, tienes que salir de ahí Margaret – Se sorprendió Leon de estar dando por vez primera un consejo sano y con criterio, después remató – tienes algunos tíos o primos, o abuelos donde te puedas mudar?

-         No quiero irme de mi casa – Dijo ella.

-         En la mierda… - Sentenció Raul

Ellas les explicó que su problema no eran los que les había expuesto, las palizas lo eran parcialmente pero ella podía vivir con eso, lo que no soportaba era lo vacía que hasta ahora venía siendo el crecer, se preocupaba si así sería toda la vida, palizas por un lado, placer por otro, nada de realización, ninguna de las dos cosas le daba respuestas convincentes de por qué estaba aquí, tampoco entendía porqué se preguntaba tales cosas, solo que los dos extremos de las emociones, sufrimiento y placer los conseguía en la misma casa, con las personas más cercanas, había recibido mucho pero sentía que no significaba nada, por eso iba a la plaza, capaz sus dos amigos tuviesen respuesta.

Raúl dijo que no tenía idea de cómo ayudarla para conseguir las respuestas.

Leon por su parte se limitó a quedarse callado. Lamentaba que no iba a poder cogérsela.

La chica morada se les quedó mirando a ambos muchachos, el gordo había dejado de sudar pero el rostro lo tenía pletórico, rojizo, el calor le afectaba considerablemente y estaba muy expuesto ante lo que había dicho la chica.

Leon estaba tranquilo, pero su cigarro ya por la mitad le dio náuseas y lo aventó lejos, cayó milimétricamente en un charco.

-         Capaz solo estás… ya sabes, deprimida – dijo Raul, como quien apenas quiere sugerir una respuesta incómoda a alguien molesto.

-         Sí, capaz es eso – Responde la chica

-         Mi mamá toma ansiolíticos para la histeria y la depresión, si quieres puedo conseguirte unos, tendría que robarlos pero no sería difícil, total ella siempre está dormida y no creo que se dé cuenta, o que le importe.

-         Harías eso, por mí?

-         Sí… pero debes tener cuidado, pueden dejarte tonta varias horas, yo una vez tomé algunas de sus tabletas, dormí como un tronco toda la noche y parte del día. No me gustaron.

-         Las tabletas no van a solucionar tu problema, sabes? – interrumpió Leon

La chica morada y Raul miraron a Leon, el cual se metía un cigarro apagado en los labios y jugueteaba con él. Pasó la lengua sobre el filtro y acercó el yesquero, pero no lo encendió. Volvió a bajar la mano y le explicó a Margaret que cuando terminase el efecto de la pastilla, cuando despertase del letargo, igual su madre estaría esperando para darle la paliza, o su padrastro esperando para cogérsela.

-         Son como estos chester…, te fumas uno y te da el speed, luego se acaba y viene un bajón tremendo, enciendes otro y de nuevo el speed, pero no es por siempre, deberás ir prendiendo uno por uno, hasta que te mueras. Da cáncer al final.

-         Y qué recomiendas tú? – Lanzó Raul

-         No tengo la solución, no soy psicólogo ni nada, solo digo que deberías bancártela.

-         Cómo así que “bancártela”? – Esta vez era Margaret la que preguntaba.

-         Digo que deberías pelear contra eso como puedas, o sea, no te ha tocado fácil, estamos claros…, pero creer que las tabletas te van a ayudar, sobre todo en ese tipo de cosas…,no te va a ayudar. Siento que debes pelear. Mis papás vienen de pobreza extrema y pudieron salir a punta de trabajo y voluntad, claro han tenido suerte y hay gente que la matan en el camino pero… no sé, tengo un problema con los que ven una pared y deciden esperar a que se derrumbe.

-         Dices que Margaret debería decirle a su madre que deje de golpearla o la denunciará, dices que debería decirle a su padrastro que deje de cogérsela o lo denunciará?- Preguntó Raúl.

-         Es mejor intentar eso que meterse pastillas para dormir. Igual le van a caer a vergazos drogada o no. No tienes cáncer al menos sabes?, ponle cara al rollo y lucha, no sé, conozco gente que come una sola vez al día y no se deja joder, todavía sigue luchando.

-         Creo que no me interesa, es que no lo sé, no me importa a veces lo que pase, Leon, es eso, no tengo la fuerza suficiente, no sé de dónde sacarla.

-         Entonces llevarás hasta que te maten.

-         No seas así viejo… - Espetó Raúl – no hay necesidad de ser cruel.

-         No soy cruel, le estoy dando un pronóstico, si no pelea van a matarla, sea a coñazos o a verga, si no encuentra cómo defenderse, lo más seguro es que eso pase. La veremos en el periódico.

-         Me encanta que seas tan optimista respecto a mi vida! – La chica morada hasta sonreía interpelando a Leon

-         Solo te digo lo que veo, quieres que te engañe?, que te diga que todo va a salir bien?, sería el triple de pendejo.

-         Ella quiere ayuda, Leon.

-         Tú le estas ofreciendo pastillas para dormir y unas palmaditas, yo no le estoy ofreciendo nada, no puedo ir a matar a su padrastro (que encima le gusta) y tampoco puedo ir a joder a su madre.

-         Cambiemos de tema!, se los pedí hace rato!

-         Son unos maricas!

-         Quién, nosotros? – preguntó el gordo

-         La gente. Los padres de los últimos 30 años son tan sobreprotectores que no les permiten a sus hijos cagar sin dos segundos después estar limpiándoles el culo. Viven forrados de flotadores en las escuelas y la calle, se ofenden por todo y por nada, tienen una marca en la frente de victimas culpando a las empresas y a los propietarios por la pobreza, cuando los principales de toda esa mierda son los políticos birriondos que quieren vivir con plata HACIENDO NADA. Porque los muy malditos son perfectos en eso, excusándose de líderes, de revolucionarios, de iluminados entre el proletariado, diciéndote que la culpa de tus errores es la responsabilidad del otro, del que está al lado, del que le va mejor, se supone que antes era excelente cuando te alcanzabas la posición por tu propio músculo, como lo hicieron mis abuelos y mis padres, como los inmigrantes que llegan en barco o a pie a tierras extranjeras y se abren el camino a punta de trabajo y de huevos, ahora todos quieren tener un subsidio sacado del culo que les aligere la vida, quieren vivir empastillados, quieren todo fácil, sensibilizados, lloriquiando en los rincones porque se creen apasionados y nacidos rebeldes, me dan asco.

-         Deja de fumar Leon, te está volviendo mierda el cerebro.

-         Ser adulto ha resultado ser decepcionante, mira la ONU: un chorro de políticos encorbatados mostrando gráficas y planes estratégicos con objetivos a 5 y 10 años que ni se cumplen, el tratado de Paris, el protocolo de Kyoto y todo ese montón de impuestos desvirgando a los trabajadores para supuestamente mejorar las condiciones del planeta y cada vez hay más mierda en los océanos y menos hielo en los polos, más de 50 tipos de cáncer y más hormonas en la comida que cocaína en las siembras de Sur América, pero los huevones de Naciones Unidas meten en el Consejo de Derechos Humanos a países como Venezuela con más de 900 presos políticos y 7 mil procesos extrajudiciales, Libia donde vale más un barril de petróleo que la casa de 2 mil familias vueltas mierdas por la guerra, Norcorea se pasa por el forro todos los tratados antinucleares mandando misiles de a 3 por locha cada que le dá la maldita gana y nadie hace nada, los malditos talibanes haciendo desnalgues con sus propias mujeres que muestran más allá de la oreja,  los sirios volviendo mierda su propio país porque la familia de Al Asad cree que ese pedazo de tierra es una finca y dale palo a esa pobre gente diario que llevan aguantando 30 años, los cubanos van por 60, me enteré que hasta Irán tiene un puesto en ONU para los Derecho de la Mujer, me estás jodiendo? A esas pobres se les llega a notar el tobillo en un resbalón y la matan a pedradas, qué malditos animales, toda Latinoamerica y el mundo en general podrida en pendejadas porque en el fondo hay mucha plata, lo que importa es la plata.

-         Siempre ha importado la plata, no parezcas zurdo ahora

-         Asco, estamos minados. Más de 400 géneros y como 200 orientaciones sexuales, lesbianas sacando videos acusando a gallos de ser violadores de gallinas, veganos imbéciles en Dinamarca bloqueando la entrada a un Mc Donalds, Argentinos obstinados del kirchnerismo pero siguen votando por lo mismos mafiosos, cabrones en escuelas gringas obstinados con su vida sacan una pistola y se la ciegan a desconocidos por puro egocentrismo, es una maldita enfermedad todo esto, hombres y mujeres con problemas de personalidad y autoestima saliendo a la calle desnudos a cagarse en las aceras de los edificios, grafitiando las paredes exigiendo respeto y derechos, acabando con los bienes públicos, deberían caerle a palos a todos, los malditos del senado no pueden ver que en un transporte público se está amasando una cantidad considerable de dinero porque quieren aumentar el precio para sacarle una tajada, para sacarle algo, luego te llegan los ridículos de la Union Europea y ponen a una adolescente a decir que le han robado la infancia cuando no tiene ni puta idea de lo que es pasar de verdad hambre o calamidad, estamos condenados, ojalá nos extingamos rápido.

-         Cálmate un poco, te vas a morir igual, por qué te quieres apurar?

-         Perdón, se me sale de repente, podrías darme también pastillas de esas, Raúl?

-         No las tengo acá, tengo que robárselas a mi mamá. Si quieren les traigo varias, ella tiene por chorros.

-         Me parece bien – Dice Leon

-         Y a mí- Dijo Margaret. - …y Leon, gracias por tu consejo, realmente si siento que la diferencia debo ponerla yo en el momento que decida que esto se debe terminar, y creo que lo he decidido ahora mismo.

-         Bien, solo ten cuidado, no quiere decir que vaya a ser fácil.

-         Lo tendré en cuenta.

-         Nos veríamos cuándo? – preguntó Raul – mañana mismo tendría las tabletas.

-         Yo preferiría la semana que viene, por ahí el miércoles, no puedo sacar tantos permisos tan seguido saben? – dijo Margaret

-         Entonces será hasta la próxima semana – soltó Leon

-         Bien, yo ya me voy – Soltó Raul – aún estoy meditando si es mejor sacarle las cajas de tabletas a mamá justo ahora o un día antes de vernos, pero es indiferente en el fondo, si llego pronto me podré activar a un LAN, te animas, Leon?

-         Creo que no, tengo algo pendiente que había olvidado.

-         Entonces hasta luego, cuídate Margaret, puedes terminar con todo esto hoy.

-         Adiós Raúl, lo haré, gracias.

Raúl se fue a casa.

-         Estás bastante enojado con el mundo, no?

-         Estoy un poco cansado, pero creo que es la edad, lo dicen en internet. La vida no es justa.

-         Hasta luego Leon.

-         Chao Margaret

Cuando el gordo llegó a casa, vio a su mamá dormida sobre su cama matrimonial en su habitación, entró, sacó dos cajas de alprazolam y fácil entendió que no se daría cuenta, tal como sospechaba había montones en la caja de los medicamentos, que se perdieran dos no iba a sorprender a nadie. Se metió al LAN en la computadora, jugó par de partidas, luego vio un video porno, se masturbó y más tarde se fue a dormir.

Leon por su parte llegó a casa, se fumó un cigarro más en el jardín hasta que le dio náuseas y lo escupió. Vio la pantalla de su laptop donde todas las ventanas exponían las portadas de los principales periódicos del mundo, fue al baño, le sacó de su pipa de hash y volvió al cuarto solo para cerrar la laptop de golpe, abrió el closet, sacó la escopeta antidisturbios, verificó la capsula dentro de la recamara, recargó el arma, se la apuntó en la cara como pudo y se voló la cabeza.

Margaret llegó a su hogar, encendió el aire acondicionado de su cuarto y puso música de lofi para variar, se acostó en su cama para revisar el teléfono cuando se abrió de sumo la puerta de su cuarto, no había puesto el seguro.

Era su padrastro, quien la saludó como siempre, con una sonrisa y sosteniendo un helado en su diestra. En la otra mano trajo un banquito el cual puso frente a la cama de la chica morada, en donde se sentó.

Margaret se repuso de la cama y dejó su celular, quedó mirando fijamente al hombre mientras recordaba la voz de Raul y Leon dando tumbos en su cabeza, podía todavía escucharlos, y también las frases sobre pelear, bancársela, empezar por parar algo que había hecho una distorsión monstruosa sobre las relaciones familiares, la decisión que ella había tenido, firme, luego de conversar con sus amigos en la plaza.

Se levantó, se dirigió hacia su padrastro, se puso de rodillas, le sacó el miembro del pantalón y empezó a darle sexo oral, como todas las tardes.